Barcelona. Julio de 2013.

Dedicado a todas y todos aquellos que creen que exagero y dramatizo con la lesbofobia, a los que creen que es fruto de mi imaginación, a los que aseguran que vivimos en un mundo igualitario, a los que dicen que soy una histérica.
*Rambla del Raval. Medianoche. Estamos besándonos. Se nos acerca un joven en bicicleta. Busca intercambiar anécdotas, historias, chistes. Quiere conocer gente. Hablamos con él y, muy sonriente, nos dice que cree –desde el respeto, claro- que somos lesbianas porque no hemos conocido a ningún hombre como él. Sigue sonriendo. Tuvo una novia que antes había sido lesbiana y cree tener la fórmula mágica para liberarnos del yugo del lesbianismo. Intento tomármelo con humor, explicarle que no buscamos soluciones para nuestro problema. No dramatices, Andrea. No dramatices que parece simpático. Sonríe, Andrea. Sonríe y vete.
*Rambla del Born. Medianoche de otro día. Estamos besándonos. Un grupo de chicas y un par de chicos, de aspecto nórdico, están cerca de nosotras. Tengo la sensación de que nos miran continuamente y se refieren a nosotras, pero no escucho lo que dicen. Una de ellas se frota contra una farola. Me quiero ir. Estoy incómoda. No nos da tiempo a irnos porque se acerca y, con una sonrisa de oreja a oreja, pregunta en inglés:
-¿Os ha gustado el dedo?
Hace amago de levantarse el vestido. Está frente a nosotras de pie; nosotras estamos sentadas. Discutimos con ella. Sus amigos se ríen. No esperaba respuesta porque se le cambió la cara.
-¿Eres así de idiota en tu país o sólo eres una turista estúpida?
Sonríe, se pone nerviosa y se marcha.
*Cerca del Arc de Triomf. Medianoche. Nos damos un tímido beso en la mejilla. Un hombre, de alrededor de 70 años, nos mira con desprecio. Nos señala con el dedo y nos da una gran lección:
-Hay que besar al hombre, no a la mujer.
Por supuesto, caballero. Tiene toda la razón del mundo. Besar a hombres es la única opción que nos queda si queremos que nuestros besos no sean juzgados. Besar a hombres es lo único que podemos hacer si queremos pasear tranquilas por cualquier ciudad del mundo. Hay que besar al hombre para poder vivir sin sobresaltos. Ser lesbiana es una opción que te aboga a la indiscreción. Las muestras de afecto lésbico se leen como situaciones en las que cualquiera puede intervenir, ante las que cualquiera pueda opinar.
Son sólo las tres escenas de lesbofobia más burdas que hemos vivido, pero no han sido las únicas. Estamos acostumbradas a que nos miren por la calle, a que sonrían, a que se den codazos unos a otros para advertir de nuestra presencia. “Mira, lesbianas. Ahí están”.
Me angustio pensando que esto será así toda mi vida, que nada va a cambiar, que estoy condenada a ser juzgada continuamente y que la única vía que me dejan para huir de esta presión es la invisibilidad. Nos abocan a desaparecer de la vía pública y, en mi caso, creo que lo conseguirán tarde o temprano. De verdad, es muy cansado. Agota no poder pasar desapercibida.
Hagamos un trato: Si en algún momento te has dirigido a una pareja de lesbianas y has opinado sobre su vida; si alguna vez has avisado a tus amigos para que se giren y vean cómo se besan dos mujeres; si crees que no es grave que te acerques a mí para ofrecerme tu pene; si crees que no pasa nada por mirarme con desprecio; si crees que tienes derecho a tocarme el culo porque soy lesbiana o si crees que puedo curarme, por favor, intenta que no lo note. Intenta que tu mierda no afecte demasiado a mi día a día. Intenta no amargarme las vacaciones, procura no quitarme las ganas de agarrar a mi novia de la mano. Inténtalo. Sólo eso. Yo intento no escupir a la cara a la gente como tú, intento vivir sin lanzar sobre tu sucia cabeza la primera piedra que encuentro. ¿Te parece si evitamos el conflicto? Coméntalo después con tus amigos, en el trabajo, díselo a tu mujer. Haz lo que tengas que hacer, de verdad. No quiero perder ni un minuto de mi vida explicándote por qué soy lesbiana, ni discutiendo contigo. Estoy demasiado ocupada para eso.
Estoy tan cansada y tan triste…
Vosotras, ¿qué hacéis ante situaciones así?
Primero de todo, enhorabuena por la entrada. De verdad,me ha gustado mucho. En segundo lugar, creo que es importante que estas situaciones salgan a la luz. Porque sí que es verdad que las chicas tenéis una cruz muy grande respecto a la visibilidad (las parejas de chicas, no sé muy bien la razón, siempre han sido menos «notorias» que las de chicos) y también en cuanto al respeto. No es raro ver al grupo de machotes girarse cuando pasa una pareja de lesbianas y echar mierda que, cuando suave, parece sacada de una película porno. Y es que si al conflicto social que supone la homosexualidad le añadimos la enorme carga machista con la que tenéis que lidiar todas las mujeres día a día, «ya tenemo er potahe esho». Y personalmente creo que, más que por ser una pareja de chicas, es por ser mujeres, a las que no se os respeta si no vais vestidas como furcias y os hacéis «fotos Tuenti» rodeadas de vigoréxicos. Por último, para no pegarme el tocho aquí, decir que tampoco entiendo la manía que tiene la gente en meterse la vida de los demás, como si les afectase en algo lo que hace uno, o a quien quiere. Sin más, muchas enhorabuenas y se fuerte, esperemos que algún día todos estos casos se queden en meras anécdotas. ¡Y que seas muy feliz con tu novia, coño!
Reblogueó esto en 59's Site.y comentado:
Entiendo vuestra frustración (aunque a mí apenas me ha pasado, lo de ser invisible la mayor parte del tiempo influye bastante), lo que supone en un mundo de varones el salirse de la norma, y el valor con que han cargado al lesbianismo para meterlo en nuestra sociedad: genial siempre y cuando sea para hombres y ellos puedan participar.
Sin embargo, chicas, cuando yo veo a dos chicas visibles, besándose, no sé, me entra como coraje de que estamos en camino de apropiarnos del espacio público, y ser visibles. Y, por ser visibles, dejar de ser un mito que está en las cabezas de unos marichulos (el mito de las lesbianas que buscan «una buena polla» para hacerse un trío, o algo así, como una demostración de que son heterosexualmente activas [aunque no le veo ningún sentido, la verdad]). La homofobia es un miedo que con la visibilidad quizá desaparezca. Pero somos nosotras quienes tenemos la gran carga política de cambiar el sistema, los símbolos patriarcales (un beso es al final, desde fuera, un beso más). De encararnos, empoderarnos y argumentar contra quienes podrían hacer eso de «de lo que no se sabe es mejor callar», parándose a pensarse.
A mí también me ha encantado tu entrada, me ha hecho sentir y comprender las situaciones con las que tienes que lidiar. Sé que no es sencillo, y al fin y al cabo cada una debe vivir cómo mejor considere, pero estoy de acuerdo con Linebaker59 en que las lesbianas deberían ser más visibles y ésta es una tarea que sólo vosotras podeis conseguir. Con la visibilidad se consigue que se creen tensiones, la gente se posicione, haya debate y a lo mejor cambien de parecer. No estais solas, buscad apoyos que los vais a encontrar, y no permitas que la estupidez de unos desconocidos te pese tanto que no te permita vivir libremente. Mucha fuerza!